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viernes, 2 de noviembre de 2012

La alimentación del estudiante



Cuando una persona vea el título de esta entrada podrá pensar "¿La alimentación del estudiante?", "¿es que un estudiante no debe comer lo mismo que cualquier otra persona?" o incluso "¡menuda tontería de entrada!". Bueno, a simple vista puede que lleguemos a estas primeras apreciaciones pero no es tan descabellado hablar sobre este tema. No voy a hablar (aunque seria interesante hacerlo) sobre la mala alimentación que muchos estudiantes universitarios hemos seguido cuando, de un día para otro, estamos a decenas de kilómetros de casa y de repente nos tenemos que "buscar la vida" para cocinar, en un piso compartido con otras personas con gustos culinarios variopintos y con un presupuesto para comida que desgraciadamente no suele ser muy elevado. Esta vez pensaremos que nos encontramos en casa y que podemos optar a gran variedad de alimentos y el tiempo suficiente para poder cocinar.

El tema está en que un estudiante puede y debe comer lo mismo que cualquier otra persona pero, en épocas de exámenes, por ejemplo, la demanda de energía extra que nuestro cerebro nos pide la podemos compensar con alimentos que además de nutrirnos nos ayudan a rendir un poco mejor. Increíble pero cierto. Nuestra masa cerebral representa un 2% de nuestro peso corporal pero ésta consume un 20% de la energía de los alimentos y en época de máximo rendimiento, como los exámenes, incluso un poco más. Estos datos nos empiezan a hacer reflexionar sobre la importancia de mantener una buena alimentación. Uno puede llegar a pensar "cuanto más estudio, más energía consumo, por lo tanto, más debo comer". Error. No se trata de comer más, sino de comer un poco diferente. La palabra que más aparece en los textos consultados sobre alimentación en épocas de exámenes es GLUCOSA. La glucosa se obtiene de varios alimentos pero principalmente la obtenemos en los hidratos de carbono de los cereales como maíz y trigo. Alimentos como arroz, tubérculos, y algunas frutas y verduras también nos aportan glucosa. ¿Porqué es tan importante este monosacárido?. Muy sencillo, cuando el cerebro demanda energía es a la glucosa a la primera a la que recurre y cuando ésta se agota, opta por las proteínas y las grasas, lo cual no es muy recomendable. Por tanto, tener una cantidad de hidratos, en concreto glucosa, en nuestro organismo es la base para tener bien abastecido a nuestro cerebro.
Ahora bien, cuando le pedimos "un plus de productividad" entran en escena determinados nutrientes. Principalmente son vitaminas (grupo B y vitamina E), sales minerales (potasio, magnesio y zinc) y oligoelementos (litio, silicio, selenio y cromo). Estos nutrientes están directamente relacionados con la capacidad de concentración, memoria y rendimiento. Esto no quiere decir que debamos enfocar nuestra alimentación en los nutrientes arriba señalados pero debemos tenerlos en cuenta ya que su adecuado consumo nos aportaran un pequeña ayuda adicional.

Todo esto lo podemos encontrar en la dieta mediterránea, la nuestra, la que muchos no seguimos y que tenemos la inmensa suerte de tener al alcance de la mano. Teniendo en cuenta estos nutrientes y estos 3 consejos obtendremos una mayor capacidad de rendimiento.
1. Desayuna fuerte por la mañana, te hará afrontar el día con energía.
2. Distribuye tu dieta en 5 o 6 comidas al día, esto hará que tus comidas sean menos copiosas y por lo tanto no te sientas muy lleno después de comer (esto produce somnolencia) y además no sentirás hambre durante el día (ya que tener hambre te puede descentrar cuando estás estudiando).
3. El mito del chocolate es cierto ( la Universidad de Bradford lo corrobora) y consumir este alimento ayuda a reducir el estrés y aporta energía, pero sólo el chocolate y a poder ser puro!
Estos han sido algunos consejos para comer mejor y rendir más!

UN ABRAZO !!

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